RODORÍN
José Antonio López Parreño es como eso que lleva
dentro el cascabel, esas piedrecitas casi invisibles que son como su
alma alegre y dichosa, la íntima triquiñuela del cascabel.
También dice Gomez de la Serna que el cascabel es el garbanzo
del optimismo y todo ello tiene bastante que ver con este titiritero
de lo minúsculo, que viene al Festival de Alcázar para
mostrarnos la risa esférica, redondeada y caracoleante de sus
sencillos espectáculos. Rodorín realiza propuestas que
aúnan los cuentos y los títeres, oralidad y juego.
RETABLILLO
DE TÍTERES Y CUENTOSAlrededor de una mesa. Oralidad
y juego. Cuentos dramatizados a través de la manipulación
de libros,marionetas y objetos que se utilizan de manera paradójica,
humorística, poética o irónica.
Son las cosas las que nos cuentan, las que ríen, nos miran, las
que se nos parecen. Por eso, lloramos o reímos, siempre desde
nosotros, a través de ellas. Las cosas, las casi-cosas, las quisicosas
(lo eterno).
"Durante
mucho tiempo he estado buscando cómo se llama eso que lleva dentro
el cascabel, ese primer diente que echó, un día y que
guarda como un recuerdo de su infancia y que pudiendo ser posta de una
bala es posta reidera. Hasta que un día di con la palabra "rodorín"
la íntima triquiñuela del cascabel, su diente de desdentado,
lo que le da esa sonrisa mellada que suele tener. Polichinela tiene
un cascabel en la punta de su humorística joroba. Música
de cascabel con su badajo dentro, música para el optimismo de
esta época tan tristona y cabizbaja "
Ramón Gómez de la Serna
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